Mencionaré algunas que oí esta semana, sin orden de género ni época. “Dios no lo quiera” (Tania Libertad): “…Dios no lo quiera / Porque mi vida está cifrada en tu cariño / Y si me quitas el poquito que me tienes / Qué voy a hacer si todo para mí tú eres…” “Sin ti no soy nada” (Amaral): “Mi alma, mi cuerpo, mi voz, no sirven de nada / Porque yo sin ti no soy nada”. “¿Qué voy a hacer sin él?” (Gloria Trevi): “…Sé que nunca voy a sentir / Tanta magia dentro de mí…” “Estoy aquí” (Shakira): Si aún piensas algo en mí / Sabes que sigo esperándote / Estoy aquí queriéndote / Ahogándome /Entre fotos y cuadernos…”
Y en contraparte, canciones positivas que alienten el autoestima, el amor fraternal, a la madre tierra, me referiré a unas cuantas: “What a wondefull world”, Qué mundo tan maravilloso (Louis Armstrong): “Los colores del arcoíris / Tan hermosos en el cielo / Están también en los rostros de la gente que pasa / Veo amigos estrechando manos / Diciendo “¿Cómo estás?” /En realidad están diciendo “te quiero”…” “Burbujas de amor” (Juan Luis Guerra): “Mojado en ti / Un pez / Para bordar de corales tu cintura / Y hacer siluetas de amor / Bajo la luna.” Y “Necesito amarme” (Alejandra Guzmán): “Necesito amarme / Para amar a los demás, / Necesito amarme y dejarme de engañar / Necesito estar conmigo / Escuchar mi corazón / Liberarme necesito / sé que puedo...”
Imagino lo sensacional que sería si contagiáramos desde pequeñas a nuestras hijas con versiones musicales positivas. Que supieran que no es necesario que ninguna persona las ponga en un pedestal, porque ellas solas se lo generarán. Que no necesitan un hombre para ser fuertes o que las respeten. Imagina.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.