Según el mito, después de algunos años de cometer sus fechorías, Procusto pasaría a ser víctima de su propio crimen en las manos vengadoras de Teseo (vencedor del Minotauro), que aplicando la Ley de Hércules hizo pagar al asesino con la misma moneda decapitándolo.
El mito es simplemente una alegoría filosófica a nuestro propio pensamiento y manera de ser como personas. Cuando el ser humano llega al límite de sus conocimientos, sea de manera individual o en su relación con los demás, busca resolver siempre la confrontación a sus problemas haciendo un traje a la medida con ideas, vocabulario, acciones y pensamiento, de manera independiente a la lógica cierta de la realidad. Es decir, alteramos el traje de la vida para que quede a la perfección de nuestra propia conveniencia.
De esta manera lo expone el maestro ensayista e investigador Nassim Nicholas Taleb (autor de “El Cisne Negro”), en su libro “El Lecho de Procusto” Ed. Paidós, edición en español 2018, presentando una colección imperdible de aforismos, que a lo largo de 143 páginas, nos harán reflexionar y recapacitar acerca de los valores y antivalores que usualmente practicamos como algo natural, sin considerar en realidad la validez y juicio de su práctica.
“El único problema del que ríe al último, es que el ganador tiene que reír solo”. Nassim Nicholas Taleb.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.
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